El primer edil en intervenir, fue Sergio Rubio, concejal del PSOE quien realizó una propuesta que evidentemente el equipo de gobierno no admitió, que sugería cambiar la ruta de los autobuses de urbanizaciones hacia Chiva (y no hacia Torrente) adjuntando a su vez una guía de comercios locales de cara a la campaña de navidad para ayudar a los comercios a aumentar su actividad comercial. Le dirigió al alcalde preguntas como cuando se iba a realizar en próximo consejo escolar al cual el PSOE pidió ser invitadoy a día de hoy, no se había pronunciado y rogó que se repusieran las farolas de Entrepinos, que fueron objeto de robo en abril (nada menos) y que es sabido por los dos concejales residentes en Sierra Perenchiza ya que cada día pasan por ese mismo lugar para acudir a sus domicilios, al igual que por el concejal delegado.
La intervención de Cristina Suárez, concejala socialista, se centró en el área de servicios sociales. Preguntó en qué ubicación exacta se pagaba la renta garantizada a lo que el alcalde respondió que se venía realizando en el salón de plenos. Señor alcalde, ¿no cree que al vecino no le interesa cual es la situación económica del que tiene al lado ni la cuantía que percibe? ¿Para qué hay un despacho de servicios sociales? ¿Por qué hay personas que suben después de habérsele entregado al resto? La siguiente pregunta, recordaba al alcalde que hay viviendas sociales vacías que perfectamente pueden ocupar familias cuya situación lo requiera y como siempre, se amparó en que no dependen del Ayuntamiento. José Manuel, ya lo sabemos, pero para algo eres diputado además de para salir en la prensa, últimamente todo sea dicho, no con muy buena prensa. También le preguntó el motivo por el que Chiva acoge a familias de fuera, sin dejar de ser solidarios, cuando hay personas en nuestro municipio no reciben ningún tipo de ayuda y propuso la vuelta de los cheques de alimentos para familias desfavorecías, propuesta que evidentemente y que ya sabíamos, no aceptó.
Por último, se le instó a que controlase los puestos del mercadillo porque supuestamente hay algún puesto ejerciendo actividad sin ningún tipo de licencia de actividades, algo que dijo, solucionaría de inmediato.
El concejal socialista Vicente Casanova, preguntó al alcalde dónde se había quedado el wifi para todos tan famoso y sonado en Chiva y del que nadie disfrutamos. También le preguntó de cuántas conexiones wifi disponíamos en la localidad y por supuesto nuestro alcalde no contestó, como suele hacer, sino que contestó a algo que no se le había preguntado. Luego nos dice “que si queremos nos ayuda a leer expedientes”. Señor alcalde, déjese de intentar dejar en evidencia a la oposición cuando sus concejales en sus propias comisiones no saben informarnos de sus áreas. Tendría que haberlos visto, pero como usted, por cierto concejal de educación, cultura e interior no asiste a las mismas, no se entera de que otros no se enteran. No nos venga a dar lecciones al resto cuando no se preocupa de lo que tiene en casita. El compañero Vicente denunció la obra realizada para colocar las farolas del nuevo campo de fútbol cuya puesta ha sido toda una chapuza ocupando casi por completo la acera. ¿Una obra nueva para volver a rehacer.
Interesante la intervención del compañero Vicente ahondando en el tema de las productividades como retribución especial a ciertos trabajadores del Ayuntamiento, donde era más que evidente el nerviosismo del alcalde (no nos extraña nada). Y remató su turno de intervención reclamando las necesidades del campo de fútbol de Chiva.
En cuanto a la compañera Yolanda, su intervención se centró en el tema educativo de Chiva, reclamando las nuevas aulas prometidas por el alcalde para septiembre y después para diciembre y ahora (era de esperar) para enero. Le preguntó si había partida presupuestaria y si iba a volver a ampliar el plazo. Preguntar para que nuestro alcalde nunca de una respuesta convincente ni con compromiso de fecha. En un ruego, sugirió que se tapara o levantara la valla de acceso al colegio Dr. Corachán para evitar posibles percances en el colegio. También denunció la pérdida de horas lectivas de los alumnos de primaria por bajas laborales y le recordó al alcalde que somos el municipio con más fracaso escolar de la comarca.
El portavoz socialista Gonzalo Guillén, exigió ver la licencia de apertura física del parking tras denunciar los hechos sucedidos a una vecina de Chiva dentro del mismo, cuyos desperfectos en su vehículo le han costado más de mil euros y tanto el Ayuntamiento como el parking han eludido su responsabilidad. En cuanto al proyecto de la circunvalación, recriminó al alcalde la salida de la misma pidiéndole al alcalde el motivo del porqué no se había seguido la lógica del proyecto. Nuestro alcalde se sintió bastante molesto cuando Gonzalo le preguntó que porqué Rus estuvo en Cheste y no apoyando su candidatura en Chiva, cuando se había anunciado a bombo y platillo, sugiriendo que quizá ya no estén tan contentos con nuestro alcalde como diputado.
La pregunta estrella fue la que dirigió al alcalde pidiendo que aclarara cual es la obra denominada “mejora de equipamientos públicos” adjudicada a una empresa por haber ganado 15 puntos en el concurso, tras el compromiso de finalizarla en 3 meses, y curiosamente ha pedido una prórroga de 6 meses más para llevarla a cabo por no sabemos qué motivo. Curiosamente no se sabe a qué se refiere exactamente el expediente, y así se le preguntó en el pleno a lo que el alcalde “no quiso contestar ni aclarar”. Gonzalo le advirtió que no dudara en la fiscalización de la misma y el alcalde, pese a la insistencia de Gonzalo, se negó a aclarar cualquier pregunta respecto de la misma.
En el turno de ruegos y preguntas de concejales no adscritos, Amparo Lapuente increpó a varios concejales del PP el desconocimiento de sus áreas y de aquello que llevaban a pleno y desesperó al alcalde con su intervención (la información es poder). Valiente en cada una de sus preguntas dejó en evidencia a más de un concejal del equipo de Gobierno, en especial a una concejala que afirmó negarse a contestar por respeto al público (evidentemente, no sabía qué contestar y salió por donde pudo, a lo que el público le insistió a que precisamente contestara por respeto, cosa que no hizo, claro está). El alcalde anunció que tras la intervención exagerada a su criterio, de la concejal Amparo Lapuente, cuyas preguntas debía conocer y saber, anunció que en el siguiente pleno, iba a cronometrar el tiempo de intervención de los concejales, a lo que ya le anunciamos, que si así lo realiza, se quedará solo en el pleno. Desde el público, alguna frase irónica se escuchaba del tipo “esto es democracia”.
Amparo también le solicitó al alcalde un despacho y le pidió que no mandase a la policía a su casa para entregarle la notificaciones, que no gastase combustible de esta forma y que le notificara telefónicamente como al resto de los avisos pertinentes. Concluyó recriminándole una vez más, que no había sido invitada a ningún tipo de acto por parte del equipo de gobierno a los actos de la localidad que habían acontecido en breve.
El último en intervenir, fue Fernando Casanova, concejal también no adscrito, cuya historia marcada por el alcalde y por sus artes “democráticas” conocemos ya todos o si no la mayoría. Llamó la atención cuando le recriminó a una concejala su “cambio de concejalía” tras ser apartada por el alcalde tras gastar una cuantía exagerada en pasteles para un acto de la escuela de adultos (más de 10.000 euros); error que le costó el puesto en el área en la que era delegada en ese momento. Volvió a incidir en la nefasta colocación de las farolas en el nuevo campo de fútbol situado en la Murta, respaldando la intervención del concejal socialista Vicente Casanova. Interesante fue su intervención tras reprocharle al alcalde el cambio en la forma en los turnos de ruegos y preguntas tal y como se venía haciendo. Un concejal realizaba una pregunta y el alcalde (no el portavoz que ni se pronuncia ni normalmente los concejales delegados contestan) respondía y así sucesivamente. Ahora, el alcalde nos obliga a realizar todas las preguntas seguidas obteniendo una única respuesta a lo que Fernando, contestó que si había cambiado la forma de las intervenciones es para que les diera tiempo a los concejales del equipo de gobierno a mandarse mediante móvil las respuestas de las que muchos, no tienen ni idea ya que el ROF, no contempla esta forma de intervenir. El alcalde como siempre, firme en su sentido del mando, nos recordó que es él quien manda y pone las normas, algo, que sabemos que le encanta.
Desgraciadamente no pudo continuar en su intervención puesto que según testigos presentes, recibió un grave insulto de una persona del público que el alcalde afirmó no escuchar y tras el malestar del público y de los concejales presentes a la no actuación del alcalde, el público se revolucionó en contra del alcalde (incluso gente afín a su partido), ya que este hecho impidió que el público allí presente pudiese intervenir.
El alcalde, optó por dar por finalizado el pleno para evitarse problemas, faltando el respeto a los ciudadanos presentes que se encontraban en el salón de plenos desde las 18h que comenzó, esperando a que Fernando Casanova terminara su intervención y se pasase al turno de ruegos y preguntas del público para poder intervenir. Hablamos de las 23h pasadas y lamentamos profundamente que ninguno de ellos pudiera intervenir a causa de la decisión del alcalde de dar por finalizado el pleno. Quizá al Sr. Alcalde, no le interese lo que los ciudadanos de Chiva tienen que reprocharle.
José Manuel, no estamos dispuestos a que los plenos se conviertan en un circo. A ver cómo lo hace...
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